Retorno y cambio
No quiero remorar viejos recuerdos,
sentimientos que quiero axfisiar
pero que no me atrevo,
y cobarde, decido solo mantenerlos dormidos.
No sé si podré matar definitivamente
este amor que te tengo,
extinguido parece que queda,
pero aun sigue vivo
y es una amenaza
si se aviva
y que puede matarme
cuando menos lo espere,
en cuestión de segundos.
Confío que el mismo
se consuma totalmente,
que no se aferre a leña seca
para sobrevivir en esta hoguera de mi corazon,
que decida por si mismo
cuando lo vea ya necesario y conveniente
que llegó la hora finalmente de apagarse.
¿Quien sabe controlar sentimientos?
¿Quién es el hipócrita que afirma
poder hacerlo?
Es tan extraño,
saber obtener esa respuesta
que crees que no tendrás nunca
justamente cuando menos la buscas.
Es tan extraño,
reconocer donde te hayas inmerso,
y en la intimidad mas secreta,
analices todo lo que te pasa
y te des cuenta
que a veces tus deseos,
son obsesiones y desesperaciones
que se acercan mas al capricho que al sueño;
que es una tonteria tu empeño de conseguir rapidamente algo
por la desfachatez de sentirte contento y dichoso,
mejor dicho quizá: tranquilo al verte como alguien normal
unicamente por decir: soy como todos por ya tenerlo
aunque luego te arrepientas de ese hecho,
y te des cuenta que puede que sería mejor no haberlo tenido
y te arrepientes de haberte precipitado
por culpa de ese inútil impulso tan llevadero.
son obsesiones y desesperaciones
que lograrlas te harán mas daño que si decides rendirte,
que lograrlas, al fin y al cabo,
te hará perder el tiempo:
un precioso tiempo en esta corta vida,
desaprovechado tontamente
y no habrás conseguido nada,
nada en claro,
nada.
Alegrate y sientete orgulloso, vos, mi lector,
en algunos momentos y no precisamente en todos,
de lo que has conseguido sin buscarlo,
de lo que el destino te ha dado
sin desearlo anteriormente como un niño malcriado
lo que ayer esperabas ansioso,
y que justamente lo obtienes cuando
te has cansado y a otro quehacer o capricho te has volcado.
Crees que el amor es un osito de peluche
que ves a otro niño y te mueres por tenerlo,
pero insistes porque sea precisamente ese
y no otro,
e ignoras que en otro escaparate
hay mas peluches a tu disposicion,
que puede que te den igual satisfacion o incluso más,
que ese.
¿El amor es envidia al niño por tenerlo
o es tu cabezonería de querer lo que ves,
por miedo a no tener algo similiar nunca,
por comodidad para obtenerlo sin esfuerzo
y no arriesgarte con otro peluche
ya que ves que a él lo hace feliz y
estas convencido de que a ti tambien te lo hará?
Recuerda bien estas palabras,
como yo también lo hago:
esperanza, fe y paciencia,
lo bueno se hace esperar,
y la mejor palabra siempre es aquella
que está por decir.
Somos seres minúsculos en un universo inmenso
y nos lamentamos de no someter todo a nuestras manos,
e ignoramos por completo las pequeñas cosas que nos rodean
y que sin embargo, si te praras a contemplarlas un momento,
puede ayudarte a dar respuesta
a aquella pregunta en la que te has estancado mucho tiempo
y crees que nunca nada podría hacerlo.
Estas pequeñas cosas que nos rodean,
minúsculas, pequeñas, insignificantes
que pasan desapercibidas a nuestro ojos ciegos de
mas y mas deseos,
te ayudan a reflexionar y te pueden proporcionar
la mejor alternativa cuando ya la das por perdida.
Hijo de la luna,
ya te estoy olvidando,
casualidad o accion del destino,
no quiero rememorar todos esos poemas que te escribí
muchos y muchos momentos,
no quiero plasmar ninguna estrofa de esos versos
que plasmaban mis sentimientos y la demostración
de que eras mi pensamiento todo y cada uno de esos dias,
te he dejado de idealizar, sí,
te he empezado a dejar de amar, sí,
pero jamás de los jamases
negaré que seguiras siendo
el angel más especial
de todos los seres que habitan en este planeta
reconociendote que este mundo donde vivo
no es el paraíso edénico ni el mas idílico cielo
pero tú me proporcionas la misma felicidad
de sentirme ahi aunque no esté muerto.
Una reverencia a tí, hijo de la luna,
aunque esta vez a partir de ahora
no leerás ni tendras constancia de estos,
aunque sí de aquellos versos,
he retornado al mismo camino,
he afrontado el reto del cambio,
acierte o me equivoque,
no te alejes de mi vera,
que no desaparezca tu presencia
de este alma
que cuando te conoció
vio cumplida su corazonada de que presuponía que existías
tenía la fe y esperanza que andabas por ahi
y que pronto te manifestarías en mi vida,
para a partir de entonces
afianzar la creencia de
que te necesitaba, te necesita y te necesitará
de, por y para siempre.
Hace 3 meses
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