Enseñame a quererte

Me dijiste: ¡Enséñame a quererte!, sin embargo, yo no puedo valerme de ti para empezar a olvidarte.
Me cuesta tanto decirte que no, así como intentar no recordarte en los momentos en que las circunstancias se agolpan de repente haciendose pesadas a mis espaldas, cuando eres tú el motivo por el que me mantengo a salvo a de su alcance como si se tratara de una salvaje e incontrolable avalancha.

He conseguido ser inmune al influjo de tu mirada, al poder de tu voz en tus falsas palabras, como si me hubiera despertado de un sueño en el que antes de dormirme se me advirtió lo que ahora soy consciente y antes ignoraba, que no eras aquel angel que aparentabas.

No quiero caer en lo más bajo odiandote como haria cualquier otro en mis circunstancias, considerarte indiferente a mis sentidos es tan inutil como tener mis venas llenas por completo de veneno y esperar que llegue el antídoto.

Y ya no es guardar la compostura, mantenerla en momentos de desahogo donde mi silencio es mi mayor salida, donde lo que parece ser cobardia es más bien un as en la manga, para pensar primero al hablar de sentimientos sin que el corazon me traicione, porque si confieso lo más intimo de mi alma me desahogaria por completo, pero a la vez quedaría ante ti sujeto de pies y manos.

Es tan triste dejar esfumarse esos planes que veía cumplidos compartiendolos contigo algun dia, de la misma manera que es imposible estar en el segundo escaló si ni siquiera hemos subido el primero de la escalera; como estar en el cielo sin haber muerto primero, cuando creía estar en el paraiso en tu presencia, y realmente creía alcanzarlo engando a mi razon mientras mis sentimientos me cegaban y a mi mismo el eden de tu mano se me figuraba. Ya no siento que vuelo sin tener alas, era imaginacion tonta del sintoma del amor idiota, donde me doy cuenta que a veces lo inverosimil cobra veracidad de la misma manera que al principio crees en un hipócrita sus palabras.

Y como una droga, poco a poco me desengacharé de ti, hasta lograrlo por completo, como ya he hecho con otros. Ellos fueron el motor de mi vida, pero despues también dejaron de serlo, y tu serás uno mas en la lista, la cual confieso que ojala no existiera, y no tuviera a nadie mas que añadir pero sé que despues de ti te seguirán más, de la misma manera que en mi vida entran, también saldrán.

Y no es que sufra, porque de siempre contigo he sabido lo que es el sufrimiento, mas bien es impotencia, porque asumo que en mi vida tenias que haber aparecido, pero no sé que sacar de conclusion a todo esto, si ya no siento, si ya tengo la mirada perdida, si la luna la veo mas distante y las estrellas apenas brillan. Si no sé que decir ni que hacer, si llegas, pasas, te vas, regresas y vuelves a mi vida, si quiero pararte y evitar que sigas dando vueltas sin sentido, para poder preguntarte qué es lo que quieres y a qué juegas conmigo.
Nunca respondes a lo que te pregunto, en vano formulo preguntas que tu sagazmente evitas, con respuestas sin sentido te escudas, y crees que me conformaré asi por siempre y no sabes que ya de ti nada espero. Piensas aun que te he elegido y sigue en pie mi tortura, pero tambies desconoces que te descarté en tus primeras mentiras.

¿A donde vas, alma inmadura? ¿A donde vas, actor de tragicomedia? ¿Quien te entenderás de la misma manera que lo he echo yo en todo este tiempo aunque tu labor siempre sea presumir de romper corazones? No me digas nada, tan solo calla, porque quiero engañarme para no creerme lo que sobre ti es cierto, pero esta vez cambiemos las reglas, esta vez quiero engañarme diciendome a mi mismo que estas muerto, cuando realmente en mi vida estas ausente.