¿Qué he de esperar de ti?

En este dia nublado de lluvia,
mis ojos enjugan su llanto.
Seguir de pie, pero ¿hasta cuando?

Vacío,
regocijo de mis celos,
rincón de mi soledad,
reflejo de un ser inseguro,
envidia de lo ajeno...

Puertas cerradas,
opresión, encierro en jaula.
Prisionero,
con sueños sin cimientos,
resignado a perder en una lucha
lo poco que me ha sido otorgado.

No sé como mirar el mañana,
no sé que añorar si eres mi ilusión futura
que deseo que llegue y seá algun día presente.


Pero la ilusion quizá sea un sueño
al que confiado me aferré,
que quizá nunca se cumpla,
pero que hasta entonces
será el motivo por el que seguiré luchando.


Me estas poco a poco olvidando,
aunque creas que estoy equivocado.
Cada día que pasa esta más próximo
al momento en que estemos juntos,
pero a la vez condenados a estar separados.

Díme en qué promesas creer
si nunca han existido
o ni siquiera yo te las he pedido.
No puedo pedirte que me digas
qué haces en el tiempo que no me tienes delante,
si yo soy quien calla, quien se esconde,
quien se derrumba y posteriormente
sin ayuda se levanta.

Dime qué le sacas a un efímero segundo
cuando yo me ahogo en la desesperación
de alargarlo mientras sea contigo,
sin importarme caer en arenas moverizas del reino del miedo,
en lo más profundo del oceano del poderoso Poseidón;
sin importarme quemarme en el inframundo de Hades
en un intento en vano para salir a la superficie donde te hallas presente,
camuflado, pero vivo.

Eolo sopla con más impetu que de costumbre,
desnudandome el alma, en verguenza y resignacion
por atreverme a confesarte que te necesito;
igual que un arbol confiado perdiendo sus hojas en un inicial otoño
culminando en un frio invierno donde sin ti,
me congelo, me hielo y muero.

Poderosa Medusa, tu que conviertes en piedra, congela mi corazon...

¿Soy tal vez ese fenix que renace de sus cenizas
pero sin emociones fuertes hasta que se consuma de nuevo?
¿Para qué nacer si no te tengo?
¿Para que vivir si no te alcanzo?
¿Por que morir si nunca he tenido vida sin ti?

Ahora dime dónde debo mirar
si solo encuentro paz y sosiego
en tus pupilas...
dime para qué dormir si te escapas de mis sueños...
Dime que rosa he de tocar
para morir en las heridas de las llagas en mis dedos;
dime en que fuego he de consumirme
para no sentir esto,
dime que serpiente he de tomar
para que ponga fin a mi tormento con su veneno.

¿Por qué me das preguntas a respuestas que ya tengo?
¿Por qué me das preguntas cuyas respuestas conviertes
en más enigmaticas que el silencio?



¿Que hace un angel en una atmosfera propia del infierno
cuando estando contigo le llenaría mas que hallarse en el mismo cielo?

¿Para qué tener un adonis en el que inspirar mis versos,
para qué tener el don de convertir palabras en imagenes, metaforas o hiperbatos?

¿Para que tener al lado a musas que me acompañen,
como hacen de infelices a otros miles de mortales,
si lo mas sensato es que me abandonen,
para poder mostrar mis sentimientos
en caricias, besos y abrazos?

¿Para que tener el don de la inspiracion
si conlleva a su vez la maldicion de ser un jinete solitario?
¿No es mas facil renunciar a él
si el premio es tener la felicidad
y unicamente la hallo contigo?