Ya es tarde, princesa

Sabes que él nunca me convenció, y aun así intenté llevarme bien con él por ti.
Nunca me hizo mucha gracia que me vacilara, que yo le cayera mal sin ni siquiera hablar antes conmigo.
Sé que le fastidiaba que viendo como actuaba supiera como era, porque sabe muy bien jugar y burlarse de los demás pero que jamás en su vida se metan.

Y te colaste por él, y yo me quedé impactado, una de mis mejores amigas saliendo con alguien por el que no pondría la mano en el fuego. A mi me hizo daño y sus comentarios me destrozaban por dentro, y él mas que intentar solucionarlo se regodeaba de mi sufrimiento y disfrutaba como un enano viendo como mi dignidad caía por los suelos.

Me alejé de él sabiendo que también lo haría de ti, pero no pude ni aguantar tres días. Te echaba mucho de menos. Parecía que todo con el tiempo volvía a colocarse en su sitio, le di esa decimocuarta oportunidad que tu me pedías, sin estar convencido. Pero yo no puedo ser amigo de aquel que por aburrimiento daña a los demás, que no respeta sentimientos, que presume de no tenerlos y disfruta de ello.

Nunca le consideré mi amigo, solo el novio de una de mis mejores amigas, un simple conocido. Pero la cabra siempre tira para el monte, y empecé a sospechar que había gato encerrado, empecé a intuir que sucedería algo malo.

Y ahora hacéis caminos separados, no voy a decir: Te lo dije! Ni me voy a alegrar de que no estéis juntos. Ayer por teléfono te note la voz rota, es tan comprensible que ni crees lo que ha pasado, ni asimilas en el camino en el que te encuentras. Y no estas sola, mi cielo. Sonará a tópico eso de que puedes contar conmigo, que sé lo que estas pasando… pero por mucho que exprese lo q creo q sientes, jamás las palabras serán el vivo reflejo de un sentimiento.

Te quiero mi princesa, y esto no es el final. Replegate el tiempo que quieras, métete en tu caparazón y cura tus heridas con paciencia, el tiempo que haga falta, pero no olvides que si sales fuera, tienes a gentecilla que te escoltará y te cuidará allá donde te dirijas. Aunque creas que jamás podrás salir adelante, es tan solo tu pesimismo que se incrementa porque la soledad es así de majadera, has salido de cosas peores, y muy pronto lograremos robar la sonrisa a la más bella de mis princesas.